Vine a NY por varias razones: la primera, visitar a mi mejor amiga que vive aquí desde hace años; la segunda, ir a un curso de food Styling; y la tercera comer rico en el restaurant week.

Tengo la impresión que, la mayoría de personas, cree que comer sano es simplemente comer ensaladas, hojas verdes sin ningún sabor. En este recorrido por NY quiero mostrarles todo lo contrario: comer sano no sólo son ensaladas sino un millón de posibilidades deliciosas, con sabores y texturas súper diferentes.

Llegamos a una ciudad fría con mucha nieve. Eso no nos impide revisar mis opciones sanas. Tengo que confesar que lo primero que busqué fueron mis jugos verdes. Hace 3 años tomo jugos o smoothies y desde hace más de un año no tomo una pastilla química. Con este cambio de clima (soy Bogotana pero hace 7 años vivo en Panamá) estaba muerta del susto de atrapar cualquier virus o gripa que es común en época de invierno. Para estar más fuerte que nunca encontré mis paraísos verdes. El primero de ellos es Juice Press, un lugar súper chiqui pero con millones de opciones de jugos prensados en frio y con snacks saludables. Me encantó este sitio porque además de estar a dos cuadras de dónde estaba, tiene opciones de verdes con o sin fruta. Adicional, tienen otros jugos de diferentes sabores y con diversas propiedades. La verdad me los quería tomar todos al tiempo, pero calma, seguía mi recorrido. Adicionalmente, conseguí postres tales como cheesecakes veganos, bolitas crudas, y desayunos como pudines de chia con diversas frutas. Adicionalmente, visité estas juguerías: Liquiteria, Organic Avenue y Juice Generation. Todos ellos preparan jugos prensados en frio y smoothies increíbles para suplir las diversas necesidades de los clientes. En liqueteria probé un bowl de acai con mantequilla de almendras y cereal gluten free; en organic avenue además del jugo probé una ensalada súper rica y en juice generation pude ver cómo hacían mi jugo verde.

Pero no todo es sólo jugo, también tuve un tour gastronónomico de comida sana y natural. Primero les cuento de un restaurante que me encantó The Butchers Daugher ya que todos sus platos son vegetarianos y veganos. Su nombre es claramente una ironía a un carnicero, pero lo que sí quieren demostrar es que las frutas y verduras también tienen cortes y son el centro de atracción de la mayoría de este sitio.

En este sitio probé: los tacos verdes (hechos con temph, salsa de aguacate y radishes) una tostada de guacamole, una sopa de fríjol negro, un sándwich vegano (queso vegano), una torta de zuchini, un shot energizante de jengibre, y mi jugo verde que no falta. La verdad no podría decir que plato me gustó más, me sentí claramente identificada con sus sabores, con las texturas y colores.

Otro sitio que tuve que ir dos veces porque me fascinó fue Nanoosh (www.nanoosh .com). La filosofía de este sitio es que el poder de la comida nos ayuda a tener una vida sana. El enfoque es comida mediterránea con un twist moderno, con ingredientes orgánicos. Soy gluten y dairy free y aquí es súper sencillo encontrar opciones así. Por ejemplo, probé el hummus con carne encima (una locura) y me trajeron pan sin gluten para acompañarlo en vez de pita. Pedí falafel con ensalada mediterránea (lo mejor de este falafel es que es horneado); y pedí un wrap que se puede convertir en bowl de quinoa con verduras. Los sabores mediterráneos son súper clásicos pero con el twist moderno saben diferentes y saludables!

Como tercera opción en la ciudad que nunca duerme encontré sweet salads. En la época fría en la fui lo que más necesitaba era calentarme. A pesar de ser un sitio de ensaladas encontré opciones saludables pero calientes. Esta cadena de restaurantes está quiere resaltar la comida sana con productos orgánicos y apoyar los productos de granja. Tuve la oportunidad de probar el bowl de quinoa con zapallo, hongos, ahuyama, remolacha y kale; un estofado de lentejas con ensalada; un bowl de arroz salvaje, hongos, pollo, y hojas verdes con una vinagrita de albahaca.

Para terminar mis cuentos fui a Brooklin ya que me dijeron que habían muchos sitios saludables allá. La experiencia fue completamente divina. Llegué a Little Choc, un sitio súper bonito que venden creppes veganos y gluten free!!!! La verdad aquí las combinaciones me parecieron perfectas, sus sabores eran súper característicos y atrevidos. Pedí un jugo verde, un creppe de hongos con hojas verdes y salsa de la casa, y un creppe de nutella (hecha en casa), divinooooo!

La experiencia fue inolvidable, visitar lugares que podía comer lo que quisiera y sentirme perfecta, sin ninguna inflamación, indigestión, malestar, no tiene precio. Amo NY saludable!